Karol G encuentra vida más allá del reguetón y viaja de la bachata a la canción romántica en ‘Tropicoqueta’
La gira que Karol G realizó entre 2023 y 2024 la llevó a llenar grandes recintos en varios países europeos y, según ha contado, verse rodeada de abundante público latino, estando todos lejos de casa, la invitó a imaginar un álbum de celebración de la cultura compartida. De ahí, y del elogio de la sensualidad del sur, sale ‘Tropicoqueta’, un álbum en el que la cantante colombiana va más allá del guion reguetonero, proponiendo una latinidad expansiva y apuntando más al romanticismo que al aquelarre sexual.
En álbumes anteriores, incluido ‘Mañana será bonito’ (2023, el primero íntegramente en español en alcanzar el número uno en el estadounidense ‘Billboard’), ya daba algunas pistas que trascendían el reguetón, pero aquí la apertura y el ‘crossover’ marcan la pauta. Comienza suave, con guitarras tradicionales y un diálogo con Thalía: “pasaste de la bebecita a la Bichota, y ahora a la Tropicoqueta”, le dice, y de ahí nos vamos a ‘Ivonne bonita’, una canción recogida en la que juega con un ‘alter ego’, una versión de 20 años (ella tiene 34) que “vive su vida como quiere, / no anda buscando aprobación, ni tampoco una razón / para darse sus placeres”. Pharell Williams se cuela en la producción y culmina el tema un solo de trompeta ‘cool jazz’.
El reguetón no tarda en estallar y ahí está ‘LATINA FOREVA’, con su ‘beat’ rotundo y su afirmación de la mujer latina: “Ahora todos quieren una colombiana, / una puertorriqueña, una venezolana…” Hay más números en esa línea: ‘Canción 13’, ‘Tu perfume’. Capítulo aparte para esa mutante, más sustanciosa, ‘Bandida entrenada’, con electrónica psicotrópica y un poco de desvarío selvático brasileño.
Karol G ha querido que este fuera un disco panamericano y la vemos a gusto fundiendo las pistas electrónicas con cadencias de cumbia (en la agridulce ‘Cuando me muera te olvido’), bachata (mano a mano con Greeicy, despedazando ambas a ese tipo que “prometió amor de sobra y te da el que está sobrando”) y merengue (‘Si antes te hubiera conocido’, ‘single’ del año pasado). También se atreve con el regional mexicano en ‘No puedo vivir sin él’, aunque aquí le falta carácter vocal para dar empaque al preceptivo relato de rompe y rasga ahogado en alcohol.
Más convincente resulta en su papel de cantante romántica: en ‘Coleccionando heridas’, dueto con Marco Antonio Solís, y en ‘Ese hombre es malo’, envuelta trágicamente en cuerdas orquestales y con vistas a Juan Gabriel y Rocío Dúrcal. Piezas que aportan relieves a un álbum de fondo sentimental (con su interludio a cuenta de ‘And I love her’, de los Beatles) que en el tramo final se anota una cita con Manu Chao en el sencillo reggae ‘Viajando por el mundo’ y que culmina con el festivo tema titular. Es Karol G, poniendo un poco de tensión y ambición al canon latino comercial, que buena falta le hace.
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