Nadie puede con Alanis Morissette: rock feminista en un Mad Cool que da la espalda a las mujeres

Se acab贸. Esta deber铆a ser la 煤ltima vez que el Mad Cool ofrece un cartel principalmente masculino. Y no por poco: este viernes, ojo, atento, el 91% de los artistas eran hombres. Que s铆, que nos flipa el cuerito y la leng眉ita. Pero, oye, ya est谩: hay mujeres que saben hacerlo con m谩s garra incluso. Y no pasa nada por asumirlo. Anoche, Alanis Morissette, Natalia Lacunza, Tsha, Miss Monique y Mychelle lo demostraron con creces. Fueron las 煤nicas de un line up formado por 68 nombres. Marcaron terreno, confirmando que sus propuestas no tienen nada que envidiar: magn茅ticas y volc谩nicas, reventaron una jornada que ten铆a los ojos puestos en Nine Inch Nails, Noah Kahan, Benson Boone, Foster The People y Jet.

Existe la err贸nea creencia de que ellos arrastran a m谩s p煤blico que ellas. Un punto de vista que lleva a帽os lastrando la entrada de proyectos femeninos a los festivales de mayor cach茅. Es cierto que, poco a poco, las cuotas mejoran. No obstante, a煤n queda bastante para alcanzar la ansiada paridad. Por ello, para reclamar su presencia y calidad, las siguientes l铆neas se centrar谩n en ellas. D谩ndoles el protagonismo que suelen arrebatarles por, seg煤n dicen, vender menos entradas. Y otras tantas machistadas que escapan de lo musical.

A sus 51 palos, Alanis Morissette puso en efervescencia a las 50.000 almas que abarrotaron el Iberdrola Music. Pis贸 las tablas pu帽o en alto, liderando una banda que recuper贸 los cl谩sicos que colapsaron las radiof贸rmulas en los 90. Sonaron rotundos Ironic, Hand In My Pocket, You Learn y You Oughta Know, los 茅xitos del superventas Jagged Little Pill, que cumple 30 primaveras. Sigue siendo la gamberra de la industria, aquella que la desafi贸 con una rebeld铆a inusitada. Ahora bien, se intuye una madurez que le ha dado presencia sobre el escenario. “¿C贸mo vais?”, se limit贸 a preguntar una y otra vez. Aunque la mayor铆a era gente de su quinta, pudo verse alg煤n que otro Z enloquecido. S铆, s铆. Curioso.

Tres d茅cadas despu茅s, tras el intento de recuperar el vuelo con dos 谩lbumes mortuorios, Alanis ha resucitado como icono feminista: despach贸 33 millones de copias con el disco que ahora la reivindica y, claro, en una 茅poca donde el rock no les pertenec铆a, ella abofete贸 todos los prejuicios. Era exitosa e influyente, se code贸 con Sheryl Crow, Madonna y Debbie Gibson. Ocupaba portadas, recib铆a premios. Y todo, sorpresa, ay, cant谩ndole al amor con un nervio nunca antes visto. Aquella joven sigue latiendo hoy: fue la reina de la noche y, seguramente, de la octava edici贸n. Pese a quien le pese.

La sombra de Gracie Abrams

Su concierto, en el segundo escenario, ya que el principal estaba reservado s贸lo para hombres, ven铆a precedido por un Benson Boone en estado de gracia: su Beautiful Things calent贸 un Mad Cool que, a pesar del bochorno que cuece Madrid desde hace semanas, arranc贸 fr铆o su segundo d铆a. Grand铆simo derroche vocal. Alcal谩 Norte, por su parte, sac贸 su artiller铆a pesada. Frente al terremoto que desat贸 Alanis, 脕lvaro y compa帽铆a mantuvieron el tipo gracias a La vida ca帽贸n que tanto, tanto, tanto han defendido. No estar铆a mal pasar a la siguiente casilla. Entre sus miembros estaba Laura de Diego a los teclados: fue la 煤nica banda viril con una mujer tocando. Punto positivo. No obstante, hay que reconocerles el m茅rito de colarse aqu铆 tan s贸lo un a帽o despu茅s de haber editado su primer elep茅.

Fue una tarde sin sobresaltos, bien coordinada. No se dieron las dificultades t茅cnicas que dejaron sin sonido los recitales de Gracie Abrams e Iggy Pop. Y, por suerte, el hacinamiento que tantas cr铆ticas recibi贸 en el pasado desapareci贸. Se pudo respirar sin necesidad de tragarse el aliento cervecero del vecino. Un acierto cuando las codiciadas sombras concentraban a un gallinero sudado, pero feliz por poder ir a los ba帽os sin jugarse la vida. Tampoco hubo problema con los accesos y salidas: las colas fueron inevitables, pero r谩pidas al menos.

Natalia Lacunza, buen tiro

Buen tiro programar a Natalia Lacunza. Fue de lo poqu铆simo que sonaba a 2025. Con sus luces y sombras, la artista atrajo a una masa poco habitual en estos lares: j贸venes y modernas que no s贸lo bajaron la edad media, sino que dieron chispa a la velada. Saltaron y lloraron. No faltaron los m贸viles grabando hasta el 煤ltimo aliento de la artista. Otra movida, s铆. Sin embargo, necesaria entre tanto boomer. “Quiero dar las gracias a mis rom谩nticas, si que a煤n quedan”, dijo antes compartir Prefiero con Maria Escarmiento . Si bien su bedroom pop, quiz谩, no encaja demasiado en una cita as铆, sus irresistibles estribillos la volvieron hipn贸tica. Mucho m谩s que los c贸smicos Hermanos Guti茅rrez y los fogosos Will Kolak, encargados de abrir la jornada.

A pocos metros, en The Loop arrancaba la oferta electr贸nica que plantea el Mad Cool cada a帽o. Junto a Pole Position, Krystal Klear y Mathame, dos chicas: Tsha y Miss Monique. De Reino Unido y Ucrania, respectivamente, pertenecen a la nueva era de DJs que est谩n rif谩ndose en todo el mundo: gracias a su particular caleidoscopio musical, transformaron el recinto en una pseudo rave con tintes celestiales. Una ofrenda que, por momentos, ya con el fresquito corriendo, puso el toque justo de 谩cido a la noche.

Descubrir a Mychelle

Escondida en los escenarios peque帽itos, entre Last Train, Bad Nerves y Mark Ambor, Mychelle dio la campanada con un cancionero delicioso: su soul aderezado al gusto con R&B enamor贸 a quienes se alejaron de los multitudinarios Jet. Apartada del ruido, desmenuz贸 los cortes de su debut: Good Day podr铆a darles alguna que otra alegr铆a pr贸ximamente. A lo lejos, los australianos Nic, Chris, Cameron y Mark tocaban la fibra de los amantes del rock. Aunque superan los 40, conservar el br铆o que les encumbr贸 en 2003. No falt贸 la popular铆sima Are You Gonna Be My Girl, su canci贸n insignia. Todo lo que lanzaron m谩s tarde interes贸 bastante menos, tal y como qued贸 patente durante su actuaci贸n.

No hubo m谩s mujeres. La cr贸nica acaba aqu铆. Entre las 00:00 y las 02:00, tocaron Noah Kahan, Kaiser Chiefs y Battlesnake. El茅ctricos y sugerentes, engancharon al aforo hasta el final. El plato fuerte lo protagoniz贸 Nine Inch Nails: el directo de Trent Reznor y Atticus Ross, acostumbrados a componer bandas sonoras de altura, como las de Chanllengers, Watchmen y Gone Girl, marc贸 distancias con el resto. Cada corte fue una experiencia extrasensorial que justific贸 su consideraci贸n como cabezas de cartel. Lo cual, ejem, ejem, no justifica que ellas no pudieran ocupar dicha posici贸n.

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